Es difícil empezar un nuevo post cuando uno va a "juzgar" la actuación de periodistas "supuestamente" entendidos.
Entendidos en un tema, acostumbrados a opinar con certera puntería, poniendo el sesgo hacia algún artista y así orientando la opinión y el gusto del consumidor (de quien hablaremos en otro post).
Hace un tiempo ya largo, en el que tristemente vemos aparecer propuestas un tanto flojas de un rock argentino otrora brillante, contrastamos la vibrante pedorrez de dichas propuestas con los adjetivos grandilocuentes de los periodistas. Así, por ejemplo, la pobreza musical de la banda platense El mató un policía motorizado es, al decir de Oscar Jalil en Rolling Stone, "economía de acordes"..."Rock argentino modelo 2008, atrevido, conceptual, (...)". Es imposible cerrar una idea conceptual luego de escuchar ésto, si lo que Jalil pretendió fue orientar nuestro oído a la escucha de este grupo. Mucho menos atrevido, ya que el riesgo que entraña una composición tan minimalista es, cuando menos, algo que no se mete en problemas o no va más allá, simplemente porque NO pueden...
Es necesario meterse en el sitio RS para ver adonde abunda más este tipo de periodista servil. Al lado de Jalil, que a lo mejor tiene pergaminos y conocimiento de músicas ligadas al rock y lo combina con una prosa más o menos legible, pero con exagerado glamour para los adjetivos (por caso, en la crítica del disco de EMUPM), a su lado, decía, se encuentra gente como Claudio Kleiman o Alfredo Rosso, que no necesitan adejtivar de forma grandilocuente a un artista para delinear su perfil y orientar así al oyente ávido de cosas nuevas: sólo colocan los pro y los contra si los hay, y listo. Es notable la diferencia. Hay que destacar a otros que manifiestan a viva voz la vertiente musical que les gusta y NO mienten, metiéndose por compromiso en un brete difícil de abandonar ( o capaz que les gusta, yo qué sé?)... En fin, este post tendré secuelas, ya que hay varios casos que me gustaría exponer para dar así una idea de a qué quiero referirme cuando digo que un periodista, es generoso con una banda mediocre, adornándola con adjetivos que JAMAS le pertenecerían (bueh, capaz que sí luego de algunos años de cerrar el orto y aprender a tocar de verdad, que a cualquiera le pasa. Miren sino a A77aque...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario